Emilio Gañán
Inauguración: viernes, 28 de julio, 19:00 horas.
Horarios:
Martes, sábados, domingos y festivos de 9:30 a 13:30 horas
Miércoles, jueves, viernes y sábados de 16:30 a 20:30 horas
Lunes cerrado
Entrada gratuita para todos los públicos
La exposición de Emilio Gañán (Plasencia, 1971), en el Museo Francisco Sobrino se compone de un conjunto de varios ciclos: “Portal” (2001); “Viajeros” (2012); “Umbral” (2021) y “Suite” (2023). Junto a ellos, un gran políptico de dieciocho obras, titulado “Numen” (2023) preside la exposición. Una nueva obra tridimensional, “Sol de repetición” (2023), un colosal dibujo metálico en el espacio, se incorpora también a la muestra.
Este artista ha afrontado su quehacer articulando un repertorio, así, sus creaciones se manifiestan en una sucesión de efectos, adquirido su sentido al contemplar otras, acontecimiento en nuestro encuentro con el conjunto. Como si arraigasen conceptos capaces de unir unas u otras obras, -ya fuesen pinturas, dibujos o collages y esculturas-, estas o aquellas series y reflexiones formales, es posible encontrar resonancias atravesando sus veinticinco años de trayectoria, ecos como la permanente presencia de una voz narrante. Por ello, toda la obra de Emilio Gañán podría ser considerada, más bien, la maquinación de un extraordinario dispositivo del pensar. Artista de la reflexión expandida mas también a veces transformado en el goce de lo pequeño, pues ufano encontrado en la aparente sencillez del resultado creativo ha afrontado el mundo de las formas con sensibilidad y conciencia, quedando ocultada una espesa sonoridad que le ha permitido ir abriendo umbrales del conocimiento, puertas sucesivamente, una tras otra, algo percibido cuando se contempla el corpus de su trabajo y ciclos.
Esta exposición manifiesta una polisemia soberbia y lúdica, juego de espejos, viaje entre volúmenes y retículas, colores o escrituras, formas patentes u otras desvanecidas, reflejo de un rictus de aire serio pero en extremo locuaz, pudiendo encontrarse en su obra la norma de la línea recta, la severidad de lo rectilíneo con la nebulosa de la mancha, el ejercicio de las formas prístinas en escaramuza con la duda, lo trazado exacto conviviendo con el pentimento. Por ello, todo mostrado o quizás apuntado como para recordarnos la existencia del mundo real, al cabo, la belleza verdadera esquiva lo solemne, parece expresarnos Gañán, y su obra semeja portar un algo de descuidado, de abandonado, de regalado. Es una forma de expresar el misterio del mundo, las preguntas albergadas en el ignoto espacio que media entre lo visible y lo invisible, su tentativa de desciframiento en tanto, en tránsito, la ilusión de un desplazamiento hacia quien, devino mudez, contempla. Sin lo invisible no veríamos nada, estaríamos en la más completa oscuridad.
Artista que ha obtenido numerosos reconocimientos a su quehacer, la obra de Emilio Gañán se encuentra en importantes colecciones públicas y privadas, tanto nacionales como internacionales, siendo representada por prestigiosas galerías internacionales como Fernando Pradilla. Tras su muestra en el Museo Francisco Sobrino, esta exposición se podrá ver en el Palacio de Quintanar de Segovia a partir de noviembre de este año.
ALFONSO DE LA TORRE
COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN